Básicamente, la ictericia en perros y gatos se produce por la presencia de bilirrubina en cantidades elevadas. Se trata de una afección que produce coloración amarillenta en la piel y las mucosas.
Tanto los animales como las personas tenemos bilirrubina, que es un pigmento amarillo anaranjado. Los perros y los gatos necesitan esta sustancia para vivir, pero si aumenta su volumen de forma descontrolada en el torrente sanguíneo se convierte en algo muy perjudicial para su salud. A todo esto, ¿qué es la bilirrubina?
La bilirrubina y sus efectos en el organismo.
Dicho en términos sencillos, la bilirrubina es una sustancia que se obtiene de la hemoglobina, que es una sustancia presente en sangre. Básicamente, la hemoglobina realiza el transporte de oxígeno a través del organismo y está presente en los glóbulos rojos. Estos últimos viven unos 120 días. Después salen del torrente sanguíneo y al separar sus componentes liberan bilirrubina.
Posteriormente, la bilirrubina se almacena en la vesícula biliar. En este punto, forma parte de la bilis; de hecho, a eso se debe su color verdoso característico. La bilirrubina participa directamente en la digestión de la comida. Entonces, se trata de un elemento necesario para la vida. Como ya mencionamos, el problema se origina cuando se produce más bilirrubina de la debida.
Signos clínicos de ictericia.
Aunque algunos síntomas son distintos en cada caso, algunos signos son comunes a quienes padecen está afección. Entre estos, destacan los siguientes:
- Dolor abdominal
- Orina y heces de color inusual
- Apatía y pérdida de apetito
- Pérdida de peso
- Diarrea
- Confusión o desorientación
- Vómitos
- Incremento de la sed y micción frecuente (polidipsia/poliuria)
Para determinar si tu mascota padece esta enfermedad, el veterinario deberá medir los niveles de bilirrubina en la sangre. Normalmente los valores en los perros es de 0,1-0,6 mg/dl y en los gatos de 0,12-0,3 mg/dl. Si se presenta en niveles superiores, hay un problema evidente. Cuando la bilirrubina aumenta por encima de 2 mg/dl, las mucosas y la piel de los perro y los gatos se tiñen de color amarillo.
Inmediatamente que el perro o gato presenta algún síntoma, debes llevarla al veterinario. Varias patologías son graves y si se retrase el diagnóstico será más difícil mantener la salud de la mascota.
El tratamiento de la ictericia será específico para cada enfermedad que causa el aumento de la bilirrubina. Esto puede deberse a la presencia de hepatitis, anemia hemolítica, un tumor o un cálculo biliar, entre otras cosas. En cualquier caso, la mayoría de las mascotas con ictericia necesitan soporte vital urgente. Es habitual que presenten deshidratación, acompañados de un cuadro de dolor. Por eso, debe ser estabilizado con fluidoterapia y, en caso de requerirlo, se podría necesitar controlar con analgésicos.
En conclusión, la Ictericia no es en sí misma una enfermedad, más bien se trata de un signo de otra enfermedad. Aunque lo habitual es que la bilirrubina suba por un problema en el hígado, no siempre es así. En cualquier caso, lo mejor es contar con la valoración inmediata de veterinarios especialistas.